Se calcula que en todo el mundo, 1 de cada 100 niños sufren de autismo. Es una cifra alta, dado que afecta a muchas familias cada año y los niños lo pueden pasar verdaderamente mal. Pero, ¿qué es el autismo realmente? Hacemos un repaso por los 10 principales mitos y realidades sobre el autismo.
El autismo es un tipo de trastorno neuropsiquiátrico en el que los niños muestran aislamiento social, dificultad para comunicarse o una serie de gestos o expresiones repetitivos.
El Trastorno del Espectro de Autismo (TEA) es una condición del desarrollo de origen multifactorial. No es una enfermedad ni por supuesto se contagia entre los niños, como pueden hacerte creer algunos mitos.
Por supuesto, la familia no es responsable de que el niño tenga autismo. Si bien es cierto que incluyen los antecedentes familiares, dado que las familias con un niño autista tienen mayor probabilidad de tener otro hijo con este trastorno. Pero la familia no es la responsable, es algo que simplemente puede suceder.
Uno de los mitos más extendidos, es que ver mucho la TV antes de los 3 años puede provocar autismo. Un niño que sufre este trastorno puede disfrutar de la televisión igualmente.
Siempre se dice que los niños autistas son más inteligentes que otros niños y que tienen unas capacidades fuera de lo considerado normal. La realidad es que cada niño es diferente y hay de todo.
Existe el mito de que los niños con autismo son violentos. La realidad es que los niños autistas pueden ser maravillosos y muy cariñosos. Por supuesto, pueden ser agresivos si se enfrenta a situaciones nuevas o no entienden, pero es totalmente normal.
Otro mito asegura que los niños autistas no tienen sentimientos y es totalmente falso. Por supuesto que los tienen.
Una persona autista puede enamorarse y vivir feliz en pareja. Es un mito que no pueda ser así.
Otro mito asegura que las personas que sufren de autismo siempre viven en su mundo y no llegan a integrarse de manera normal con los demás. Lo cierto, es que aunque puedan necesitar ayuda para su inclusión social, están en el mundo de todos. ¡Es el mismo mundo!
Lamentablemente, también es un mito que el autismo se cure. Es una condición para toda la vida y hay que vivir con ello.
También se dice que si un niño con autismo no aprende todo lo que debería cuando es pequeño, luego ya no cambia esas manías o costumbres. Por supuesto, eso no es así, pero sí tiene que haber una enseñanza y estimulación temprana. ¡Pueden aprender!
Recuerda que un psicólogo infantil puede ayudar a las personas con autismo y a sus familias a que se puedan desenvolver mejor en el día a día.