¿Sospechas de que tu hijo pueda sufrir de autismo? Lo cierto es que los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del desarrollo que se producen debido a diferencias en el cerebro. Un niño con TEA tiende a mostrar problemas para comunicarse o para relacionarse con otras personas, así como una serie de conductas repetitivas que pueden resultar extrañas a ojos de otras personas.
Si bien es cierto que un niño sin TEA puede presenciar algunos de estos síntomas y no ser autista. A continuación analizamos qué señales lo pueden confirmar.
¿Sabías que puedes detectar si tu hijo puede ser autista solo con 9 meses de edad? Si llamas a tu bebé por su nombre desde que nace y hacia los 9 meses ves que no responde cuando lo llaman por su nombre, es un indicativo.
Otra pista, es si a esta edad no muestra ningún tipo de expresión facial como de tristeza, sorpresa, felicidad, etc. A esta edad los niños empiezan a mostrarse más expresivos, ya comen sólidos con sus propias manos y empiezan a ser más divertidos.
Hacia los 12 meses, si ves que tu hijo no participa en ningún juego interactivo, también puede ser un indicio. Lo normal, es que cuando cumple el año ya sea dar palmaditas con las manos o hacer algún intento de saludar o mandar besitos. Algo que es todavía peor si ves que a los 12 meses no utiliza ningún gesto.
Así que el niño alcanza los 15 meses, ya es más mayor y tiende a mostrar y a comportar ciertos intereses. Sobre el año y medio ya empieza a tener algún que otro juguete preferido e interactúa más con su entorno.
En el momento en el que tu hijo alcanza los 2-3 años de edad, ya empieza a interactuar con otros niños e incluso a tratar de jugar con ellos. Pero si ves que ningún niño quiere jugar con tu hijo o no se interesa por relacionarse con otros niños, es algo que ocurre.
Si ves que a medida que va cumpliendo meses, la comunicación y las interacciones sociales siguen estancadas, podría tratarse de TEA.
Es importante no confundirlo con niños que son introvertidos o tímidos. Por eso ante la duda es fundamental buscar la ayuda de un especialista.
Un niño que sufre de TEA lo puede mostrar cuando está jugando o interaccionando con algún objeto o durante el habla. Por ejemplo:
Cuando el niño es muy pequeño, estos comportamientos pueden pasar completamente desapercibidos para los padres. Puedes sentir que es algo completamente normal, porque al fin y al cabo es un niño y ya cambiará; ya será como tenga que ser cuando sea mayor.
Pero lo cierto, es que son pequeñas cosas que a menudo los papis no tienen en cuenta, pero que pueden confirmar que sufren este trastorno de TEA.
Por supuesto que hay situaciones que te pueden llevar a confundirlo, pero es ahí donde entran en juego los expertos. En cualquier caso, la detección temprana de la TEA es fundamental. Es algo que puede resultar complejo pero que es necesario, porque facilita el desarrollo de las capacidades que pueda desenvolver tu hijo.
Aparte de los problemas de comunicación y los hábitos comentados, también puede mostrar otros comportamientos como:
Estos comportamientos son habituales en los niños que sufren el trastorno del espectro autista. Si estás día tras día al lado de tu hijo, lo llevas a clase y los profesores comentan que va un poco detrás, puede que se debe a este trastorno.
Si bien es cierto que los comportamientos asociados a los TEA son más visibles a medida que los niños crecen, porque se van definiendo más cómo son. Digamos que, con bebés, aunque ya con 15 meses se puede detectar, es más complicado que si ya tiene 3 años.
Por lo tanto, es importante hacer seguimiento siempre, desde que el niño nace y va cumpliendo meses o años de edad.
La realidad es que diagnosticar los TEA puede ser complicado, dado que no existe una prueba médica como tal que pueda confirmar que tu hijo efectivamente tiene TEA, tal y como sospechas.
No es como cualquier otra enfermedad que incluso se puede detectar con una analítica de sangre o un TAC. En el caso de este trastorno, es más complicado. El problema, es que la detección temprana es clave. Cuanto antes puedas confirmar que tu hijo lo tiene, mejor será su desarrollo.
Para tratar de obtener un diagnóstico, los médicos lo que hacen es evaluar la conducta del niño y su desarrollo a medida que pasan los meses o incluso los años. Y es que, como ves, el autismo puede ser palpable incluso desde bebé, desde que tiene apenas 9 meses de edad por cosas que va haciendo.
Por eso considero tan importante que tengas a mano todas estas señales, porque pueden ayudarte a identificar este trastorno antes, para ponerlo en conocimiento de los médicos y que puedan confirmarlo con dicho diagnóstico.
Ante la más mínima sospecha de que tu hijo sufre de autismo, es importante hablarlo con un profesional. El psicólogo infantil ofrece un papel fundamental durante el desarrollo de los niños con autismo.
Este especialista es el que se encargará de evaluar al niño y de desarrollar una serie de estrategias a seguir, para minimizar al máximo las capacidades que pueda desarrollar y conseguir. Algo que sin duda le puede cambiar la vida y facilitar mucho las cosas en el día de mañana.
¿Esta situación te resulta familiar? Recuerda que estoy a tu lado.