El Trastorno del espectro del Autismo (TEA) también afecta a los niños. Se puede detectar de manera temprana y es importante disponer de la ayuda de un psicólogo infantil durante el desarrollo de tu hijo.
Existen muchos mitos en torno al autismo. Es importante romperlos y también cambiar el rumbo de las cosas, dado que los estereotipos que llegan a la sociedad no siempre se corresponden con la realidad e incluso se pueden romper.
La realidad es que un niño que sufre autismo, de mayor puede ser muy cariñoso, muy trabajador, muy sincero e incluso muy divertido. Sin embargo, leerás muchos mitos que dirán lo contrario.
La clave está en aprender a desarrollar estas capacidades al máximo. Es decir, puede que el niño las tenga, pero que de mayor no las muestre debido a que no las ha desarrollado cuando tenía que hacerlo.
Para desarrollar dichas capacidades, se vuelve imprescindible el papel del psicólogo infantil durante el crecimiento de un niño con TEA. Es el mejor regalo para ellos y para la familia, porque les puede cambiar la vida.
El psicólogo infantil debe estar especializado en el tratamiento de niños con autismo. Si está bien capacitado, tiene experiencia y conocimientos, podrá aplicarlos en las intervenciones con el niño.
Lo habitual es que en las primeras sesiones se realice una especie de toma de contacto, para saber de qué base se parte. Tras realizar dicha evaluación, se pondrá en práctica una estrategia de intervención para ver las capacidad del niño y las áreas de necesidad, para así enfocar el tratamiento.
Como te comento, la detección precoz es fundamental, porque cuanto antes se lleven a cabo este tipo de prácticas, más fácil será la vida para tu hijo.
Si bien es cierto que a los 9 meses ya se puede empezar a intuir de que algo ocurre, pero es más hacia los 15 y 18 meses de edad cuando podemos corroborar más lo que ocurre y quizás confirmar que en efecto, el niño sufre de TEA.
A pesar de que a esa edad ya se puede detectar, el promedio de edad de detección de este trastorno es más tardío. Hay incluso casos en los que los padres no se dan cuenta y son los propios niños, que de adultos se dan cuenta de que no encajan y que algo no va bien.
Mi objetivo como psicóloga es apostar por la atención temprana, porque eso permite trabajar en las necesidades del niño desde que es muy pequeño, aumentando el margen de mejora de tu hijo.
De hecho, hay familias que se centran en el diagnóstico; que no hacen nada hasta que el médico no confirma que sufre TEA. Algo que puede llegar a ser incluso difícil de diagnosticar porque no hay pruebas al uso.
Por ello, contar con la ayuda de un psicólogo infantil es clave durante toda la etapa de crecimiento de tu hijo. Este profesional es quien puede adaptar las estrategias a seguir conforme a las necesidades de su edad y ayudar a las personas con autismo y a sus familias a desenvolverse mejor,
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