¿Existe el síndrome del domingo? Si alguna vez has sentido ansiedad pensando en que no quieres que se acabe el fin de semana, podría tener que ver con este síndrome. Es desconocido pero existe y son muchas las personas que lo sufren en silencio. Veamos cómo se manifiesta y cómo se puede evitar.
El síndrome del domingo se manifiesta en una sensación de miedo y ansiedad así que el fin de semana llega a su fin y el lunes se acerca. Tiene que ver con la ansiedad anticipada y, normalmente, se produce cuando la persona está quemada en el ámbito laboral o no es feliz con su trabajo o quehaceres.
Si para ti que empiece el lunes es una completa agonía, es normal que no quieras que se acabe el fin de semana. Claro que, no a todas las personas les afecta de la misma manera. Pero si la idea de pensar en que el fin de semana se va a acabar te genera ansiedad o pánico, podrías estar sufriendo este síndrome.
Si es domingo y estás descansando, deberías estar feliz y no pensar en que mañana va a ser lunes. Pero si sufres el síndrome del domingo, es posible que no te sientas así, sino que puede que sufras un importante cuadro de tristeza.
No es considerado una enfermedad como tal, pero sí reúne una serie de síntomas que te pueden hacer sentir tristeza y apatía. Concretamente, episodios de ansiedad, malestar, estrés, problemas para dormir, depresión…
Fue puesto sobre la mesa por primera vez en el año 2006 por la psicóloga Larina Kase, quien llevó a cabo una serie de investigaciones al respecto en el Centro de Estudio y Tratamiento de la Ansiedad de la Universidad de Pensilvania.
Si los síntomas te son familiares, es importante que aprendas a evitarlo para que no se apodere de tus domingos y puedas disfrutarlo, sin sentirte triste desde la tarde.
Para evitar sentirte así, es clave que trates de ver la situación con optimismo y analizar qué sería de tu vida si no tuvieras trabajo. Ten en cuenta que gracias a ese trabajo puedes vivir tu vida y disfrutar del domingo libre.
Piensa que hay otras personas que no tienen trabajo y que darían lo que fuera por estar en tu situación. Claro que, la cosa es muy diferente si eres un trabajador quemado, porque en ese caso podrías necesitar cambiar de empleo para volver a ser feliz.
Tomar la decisión de dejar un empleo y apostar por otro no es sencillo. Es un cambio grande y es normal que exista el miedo a equivocarse. Pero si no te sientes cómodo y feliz, siempre es la mejor decisión que puedes tomar. Es por salud.
Si te encuentras involucrado en una situación desesperante y no puedes más, con terapia psicológica podrás afrontar esa situación y conseguir ver la luz al final del túnel. Solo necesitas ponerte en las mejores manos. ¿Hablamos?