No siempre es fácil saber cuándo debemos acudir a un psicólogo. Nuestro mejor consejo es que no esperemos a sentirnos al límite: cuanto antes empecemos a ponerle solución al problema, más fácil será resolverlo.
Los motivos más frecuentes para acudir al psicólogo suelen ser los cambios bruscos en nuestras vidas, acontecimientos inesperados, problemas para lidiar con situaciones difíciles que hemos ido arrastrando o la aparición de sentimientos, pensamientos o comportamientos nuevos que nos suponen un malestar. Hay muchas razones para acudir al psicólogo, pero ¿cómo saber si es el momento de hacerlo?
Si hemos pasado por una situación traumática, ya sea recientemente o en el pasado. La terapia es una buena manera de ayudarnos a lidiar con los síntomas del trauma.
Uno de los signos de alerta que nos indica que está ocurriendo algo es cuando dejamos de disfrutar de actividades que antes nos gustaban. Es uno de los primeros síntomas de muchos problemas psicológicos, como la ansiedad o la depresión.
Otra señal clara para saber que es hora de acudir al psicólogo es cuando sufrimos dolores y malestares recurrentes que no parecen tener una base física evidente. Los dolores de cabeza, de estómago o de musculares son muy frecuentes cuando existe un problema psicológico subyacente. La tensión y el estrés son la causa de gran parte de las consultas por dolores al médico de cabecera.
Cuando las relaciones personales comienzan a deteriorarse, también es señal de que algo puede estar cambiando. Ya sean dificultades en la relación de pareja o para encontrarla, no sentirnos cómodos con nuestros familiares o que ya no nos apetezca estar con nuestros amigos, son cambios importantes que pueden tener una explicación en nosotros mismos. Además, si algún ser querido nos ha dicho que está preocupado por nosotros, es un indicio muy claro de que nos ocurre algo, incluso cuando nosotros mismos aún no lo vemos.