¿Qué son las disfunciones sexuales psicológicas?
¿Qué terapias existen para las disfunciones sexuales? Las dificultades o problemas sexuales pueden tener un carácter orgánico o psicológico. En ambos casos, la persona que las padece está limitada y eso le impide disfrutar de su sexualidad en plenitud.
Es normal que en una relación haya altibajos sexuales y estos cambios se suelen producir por la propia vorágine de la vida cotidiana. En cambio, los trastornos sexuales no solo son un cambio en la libido, sino algo que afecta de manera profunda a la relación de pareja y provoca inseguridad, ansiedad e insatisfacción.
Tipos de trastornos sexuales
Podemos diferenciar dos grandes tipos de trastornos sexuales:
Parafilias. Son una activación sexual ante una situación u objeto que culturalmente no se considera erógeno. Esto afecta a la capacidad de una persona para establecer una relación de pareja satisfactoria a nivel afectivo y sexual. Hablamos de sadomasoquismo, fetichismo, exhibicionismo…
Disfunciones sexuales. Son una exacerbación o inhibición del deseo y cambios anormales del ciclo de la respuesta sexual. Para saber cómo afectan las disfunciones sexuales, debemos identificar las que se encuentran en esta categoría:
Deseo sexual hipoactivo.
Trastornos de erección.
Anorgasmia.
Adicción al sexo.
La mayoría de parejas que padecen un problema sexual lo suelen hacer en silencio, en vez de buscar un tratamiento psicológico para las disfunciones sexuales adecuado.
¿Cuáles son los principales problemas sexuales?
Los más habituales son:
Disfunción eréctil.
Eyaculación precoz.
Vaginismo.
Dispareunia.
Anorgasmia.
Pérdida de deseo sexual.
Causas de los problemas sexuales
Los problemas sexuales pueden comenzar incluso antes de la primera relación sexual o a pesar de tener una vida sexual satisfactoria. El problema suele desarrollarse gradualmente, aunque también puede aparecer de forma repentina.
Para poder explicar qué son las disfunciones sexuales psicológicas, antes debemos profundizar en las causas orgánicas o fisiológicas. Entre ellas destacan las siguientes:
Deficiencias hormonales.
Desórdenes endocrinos.
Daños musculares o nerviosos que afectan a la columna vertebral y al movimiento de los miembros inferiores.
Problemas circulatorios relacionados con un bajo riego sanguíneo.
Neuropatía diabética, esclerosis múltiple o tumores.
Cambios biológicos como la menopausia o el postparto.
Consumo de alcohol, nicotina o medicamentos (antidepresivos, narcóticos, antihistamínicos).
Por otro lado, podemos destacar las causas psicológicas de los trastornos sexuales:
Miedo al contacto sexual o a hacer el ridículo.
Sensación de vergüenza.
Temor a no satisfacer las expectativas de la pareja.
Experiencias sexuales negativas como, por ejemplo, una violación o diferentes fracasos repetidos que hayan provocado un trauma.
Sentimiento de culpa, si se entiende la sexualidad como algo sucio o negativo.
Problemas en la relación de pareja.
Expectativas irracionales sobre el encuentro sexual.
Creencias negativas sobre el sexo.
Estrés, tensión, ansiedad, preocupaciones acumuladas…
Problemas de autoestima y autoimagen.
Exceso de control y tendencia al perfeccionismo. Esto hará que no nos podamos puedas relajar durante el coito y no lo disfrutemos.
Por otro lado, hay que remarcar que los problemas sexuales no se originan por una sola causa. De hecho, la experiencia nos dice que, tras una causa fisiológica, se puede esconder un problema psicológico que se añade al anterior. Como consecuencia, el trastorno es más grave.
Los problemas habituales son el miedo al fracaso, la ansiedad y las creencias negativas sobre el sexo.
¿Cuál es la trascendencia y consecuencias de los problemas sexuales en la pareja?
La disfunción sexual afecta a la capacidad de una persona para disfrutar de una relación sexual satisfactoria y plena. Pero las consecuencias van más allá, pues pueden afectar a la relación de pareja y provocar daños en la autoestima de la persona.
Por tanto, a los daños en la propia relación hay que añadir la falta de comunicación en este sentido y el distanciamiento emocional, lo que en muchas ocasiones provoca una separación.
A nivel psicológico, los daños pueden provocar un profundo cambio en la autoimagen y la autoestima. Al no poder dar placer a nuestra pareja o no poder experimentarlo, tenemos una sensación de vergüenza y frustración. Esto puede desencadenar un gran estrés que nos lleve a una situación derrotista y con depresión.
Tratamiento psicológico para las disfunciones sexuales
En Vibood Psicología apostamos por tratamientos personalizados en todas las áreas, pero especialmente en esta. Es muy complicado ofrecer una solución universal, ya que cada causa tiene una solución concreta.
La ayuda profesional combina diferentes estrategias en función de las necesidades en cada caso:
Información sexual.
Ejercicios de terapia sexual.
Psicoterapia individual.
Hipnosis.
EMDR.
Terapia de pareja.
La eficacia de la terapia sexual se enfoca en los síntomas psicológicos y es muy eficaz en un corto periodo de tiempo. Gracias a la terapia conseguirás:
Mejorar el desempeño sexual.
Disfrutar satisfactoriamente de la sexualidad.
Comprender todas las fases de la actividad sexual.
Aceptar tu cuerpo y aprender a disfrutar de él.
Desarrollar expectativas realistas sobre los encuentros sexuales.
Tener mayor sensibilidad ante las necesidades de tu pareja y las tuyas propias.
Tener una actitud más abierta al placer erótico.
Mejorar la comunicación en la pareja.
Liberar prejuicios y temores sobre la sexualidad.
Ahora que conoces qué terapias existen para las disfunciones sexuales, ponte en manos especializadas.